ME VOY A LA CAMA
Escrito por MARTA DÍEZ, asesora en descanso
– 6 noviembre, 2023 –
¿Sabías que los colores que nos rodean influyen en nuestro estado de ánimo y también en las actividades que estamos realizando en ese momento?
En este artículo vamos a profundizar en la psicología del color para mejorar el descanso de nuestro bebé, y también a concentrarse en sus actividades mientras está despierto.
¿Cuál es el mejor color para el cuarto de un bebé?
El mejor color para el dormitorio de un bebé es el que transmite calma y favorece el descanso. Los tonos azules, grises y beige tienen efecto relajante en los niños y por eso siempre son bienvenidos en una habitación infantil.
También es importante que se trate de un color claro y poco llamativo que le ayude a concentrarse cuando crezca, primero en sus juegos y más tarde estudiando.
Combina estos colores dando siempre prioridad a uno de ellos, y juega también con las paredes, la ropa de cama y el mobiliario.
Los colores rojos o amarillos no están recomendados en el dormitorio, porque tienen un efecto estimulante.
Recuerda que, para que tu bebé tenga además un descanso seguro y saludable, evita el uso de mantas y almohadas hasta los 2 años y hazte con un colchón de cuna de firmeza alta.
Colores relajantes para dormitorios infantiles
Estos son los colores que ayudarán a calmar a tu bebé para que tengan un descanso plácido y agradable:
1. Habitación para bebé azul
Aunque tradicionalmente se ha considerado un color para los niños varones, cada vez se utiliza más en dormitorios de niños y niñas por igual. ¡La clave está en encontrar el tono adecuado!
Este es probablemente el color que más serenidad y calma transmitirá a tu bebé. Se ha demostrado que en un entorno azul se reducen las pulsaciones y se enfría el cuerpo, igual que sucede cuando nos preparamos para dormir. Pinta bien, ¿no?
Te recomiendo utilizar un tono de azul claro, que recuerde al cielo despejado o el agua en calma, en lugar de azules muy oscuros o intensos, que tendrán el efecto contrario. Evita también los azules con tendencia al gris, porque inspiran cierta tristeza y melancolía.
2. Habitación para bebé de color violeta
El violeta surge de una mezcla de azul y rojo, aunque predomina el primero. Por eso cuenta con las propiedades calmantes del azul, añadiéndole el toque justo de energía propia del rojo.
El resultado es un color que trasmite serenidad y a la vez tiene un cierto aire mágico, que fomenta los sueños y la imaginación .
Te alegrará saber que, después del amarillo (poco recomendado en dormitorios), el violeta es el color más elegido por los padres.
Mi recomendación es que, al igual que los azules, utilices tonos pastel como el lila, lavanda o violeta, aunque debes saber que tradicionalmente se consideran colores de habitaciones para niñas.
3. Habitación para bebé de color blanco
Desde luego, el blanco es un color que encaja con cualquier decoración y, además, nunca pasa de moda. Además de proporcionar mucha luz y sosiego a la habitación, los expertos coinciden en que el blanco favorece la creatividad.
Lo único que debes tener en cuenta para utilizar el blanco en el dormitorio de tu bebé es que necesita del apoyo de algún otro color, en ligeros toques aquí y allá, para que la habitación tenga algo de interés.
Acompaña el blanco con tonos neutros como el gris claro o beige, y si tienen alguna textura pronunciada mejor. Puedes utilizar mobiliario de madera clara con veta, coloridos vinilos en la pared o ropa de cama con dibujos de sus personajes favoritos.
El blanco es también perfecto si no quieres tener que volver a pintar la habitación cuando tu hijo crezca, porque es un color atemporal que no caduca con la edad. Además, es la opción ideal si el dormitorio es pequeño o tiene poca luz natural.
4. Habitación para bebé gris
Aunque no es uno de los colores para habitaciones infantiles más populares, te sorprendería el efecto positivo que puede aportar el color gris al descanso de los más pequeños.
Si lo combinas bien, en lugar de parecer triste o apagado, el gris invita a la calma y la reflexión. Puedes acompañarlo de otros tonos de gris, blanco o beige, para contribuir todavía más a crear una atmósfera de paz y tranquilidad.
Haz la habitación más acogedora a través de formas redondeadas en algunos muebles como sillas o lámparas, o utilizando texturas muy marcadas en los cojines y fundas nórdicas. Los cestos de mimbre o alfombras de punto gordo, por ejemplo, funcionan muy bien en estos casos.
5. Habitación para bebé verde
Si buscas dar un poco de vida y un toque más alegre al cuarto de tu bebé, sin perder la calma de los tonos más fríos, este es sin duda tu color.
Parece ser que, de forma instintiva, el verde representa para nosotros la seguridad que nuestros ancestros encontraban en la copa de los árboles y nos conecta de nuevo con la naturaleza. Por eso, bien utilizado tiene un efecto relajante y desenfadado en las personas.
Según la psicología del color, el verde promueve la concentración y las actividades tranquilas.
Elige verdes muy claros, con más proporción de azul que de amarillos, para que no tenga un efecto demasiado estimulante.
El verde dusty o con tendencia al gris es uno de los favoritos del momento, y lo mejor es que se acerca tanto a los colores neutros que tardará mucho en pasar de moda. Combínalo con toques de verdes más vivos, maderas con veta o grises intensos para obtener un efecto espectacular.
Colores unisex para bebés
El color unisex por excelencia es el amarillo. Según las encuestas, es el color favorito de los padres que no quieren caer en el clásico cliché del azul y rosa.
Sin embargo, según la psicología del color, pasar demasiadas horas en un entorno donde el amarillo es el color predominante, puede provocar irritabilidad y nerviosismo en los más pequeños.
Por eso, si tu bebé va a pasar muchas horas en su dormitorio, te recomiendo utilizar otros colores que también son unisex, y ayudan a crear una atmósfera más tranquila, como son el verde y el blanco.
Combínalos entre sí o con muebles de madera clara para dar al dormitorio un aire moderno y juvenil, perfecto para niños y niñas de todas las edades.
Preguntas frecuentes
1. ¿Qué color es el más adecuado para la habitación de un niño?
Además de invitar a la calma y propiciar un descanso reparador, los colores más adecuados para la habitación de un niño deben ayudar a la concentración, primero en los juegos, y más tarde en los estudios.
Por otro lado, es una buena idea escoger colores para habitaciones juveniles con previsión de futuro. Es decir, que siga siendo válido cuando crezca.
Los colores blanco, gris o verde dusty son perfectos si quieres crear un entorno agradable para tu hijo y, ya de paso, que dure unos cuantos años más.
2. ¿Qué colores usar para habitaciones juveniles con un toque masculino?
Los colores gris y blanco darán al dormitorio de tu hijo un aire más varonil, sin renunciar a un ambiente relajado que le ayudará a dormir mejor y concentrarse en sus tareas.
Combínalos entre sí, dejando que predomine siempre uno de ellos, o combínalos con muebles de madera oscura con veta o textiles de azul oscuro, como las cortinas o ropa de cama.
3. ¿Qué colores de habitaciones usar para niñas?
Además del tradicional color rosa para el dormitorio de una niña, puedes optar por otros tonos que le darán un toque femenino más original.
Este es el caso del lila o violeta, uno de los colores más populares en la actualidad, y que además ayudará a tu hija a relajarse y descansar mucho mejor.
4. ¿Qué color calma a los bebés?
Se ha demostrado que los colores lisos y de tonos claros resultan más relajantes para los bebés.
Los colores neutros como el blanco, gris o beige funcionan muy bien en la habitación de los niños y nunca pasarán de moda. Los tonos azules o verdes claros también son recomendables, y además le darán un toque más infantil al dormitorio sin perder el efecto relajante.
Por último, evita los tonos amarillos o rojos y sus derivados, como el naranja. Estos colores te serán útiles en cuartos de juegos, comedores o espacios al aire libre, pero están desaconsejados en el dormitorio porque propician la hiperactividad.
Sobre la autora
Marta es interiorista y experta en el mundo del descanso desde hace más de 10 años. Después de superar sus largas noches de insomnio, trabaja cada día para ayudar a otros a dormir mejor o, como ella dice, a ‘bien dormir’.